Renovación de era ceretana del siglo XVIII en el centro de Osseja
La señora Moragas seguía en vida cuando recuperamos la que fue su residencia familiar en el centro del pueblo: los establos, el granero y la casa señorial recuperan el calor de antaño
El edificio de la familia Moragas se erige en el centro de Osseja desde 1876, casi inmutable. Después de varios años abandonado, la estructura sufrió algunos daños, y algunas de las cubiertas cayeron por las lluvias e inclemencias del tiempo.
Cuando nos presentaron la oportunidad de recuperar y devolver la vida al edificio, nos embarcamos en una misión de evaluación e investigación de su historia para mantener la esencia del edificio incorporando las comodidades de la vida contemporánea para que nuevas familias habitaran y mimaran sus espacios como antaño.
Durante los trabajos, habitantes y visitantes del pueblo se acercaban con nostalgia al patio de la era para recordar los juegos y guerras que de niños vivieron en sus huertos y jardines.
Can Moragas, Era en Osseja
Can Moragas es una comunidad amurallada ubicada en pleno centro de Osseja, a lado de la plaza del ayuntamiento.
Cuenta con todos los servicios básicos a menos de 100 metros: panadería, un pequeño supermercado, cinco bares y restaurantes, e incluso un pequeño cine en una placita de ambiente muy agradable enmarcada por la iglesia de San Pedro (s.X) y el ayuntamiento. Ambos edificios guardan su esencia original y destacan por su aspecto muy cuidado y rústico.
Oasis de paz con sabor a pueblo
La comunidad de Can Moragas es un viaje al pasado. Un oasis de paz amurallado con sabor a pueblos de la Cerdanya del siglo XVIII, adaptado al estilo de vida moderno. En su tiempo, fue la casa señorial de la familia Moragas, una finca distribuida en tres edificios: la casa señorial con todas sus dependencias, el granero y los establos. La finca es parte del patrimonio cultural del Consejo de la Cerdanya, de modo que conservaremos la estructura y rasgos característicos de la época.
La comunidad consta de tres cuerpos: La casa señorial conservará el estilo más puro: 8 apartamentos con orientación sur, abrigados por una fachada de piedra con estuco, con porticones del color azul característico de la zona y que aún observamos en muchas viviendas típicas del pueblo, incluso el mismo ayuntamiento, en un estado impecable.
El granero se reconstruyó con piedra y granito recuperados, y con madera tratada para exteriores con tecnología moderna para asegurar el máximo confort y durabilidad.
Los establos han sido reconstruidos como dúplex con grandes cristaleras combinadas con la piedra recuperada y madera, integrando al máximo la arquitectura del conjunto.
El paisajismo propio del estilo de la época, con vegetación autóctona, se pone al servicio de los vecinos para incentivar la vida en la plaza, en un espacio muy abierto con vistas a los jardines traseros y a la montaña.