¿Qué son las casas Passivhaus? Los beneficios de vivir en un hogar pasivo
En los últimos años se ha extendido el concepto ‘casa pasiva’. La preocupación por la escalada de precios de la energía, la creciente sensibilización medioambiental y una normativa encaminada hacia una construcción más sostenible tiene que ver con esa expansión.
Conviene recordar, que los edificios consumen el 40% de la energía en Europa y generan el 36% de las emisiones de CO2, principales responsables del cambio climático. De ahí que, para la descarbonización del sector, se necesiten soluciones que reduzcan la contaminación.
¿Qué es una casa pasiva?
Una casa pasiva es un tipo de casa diseñada y construida para aprovechar los recursos de la arquitectura bioclimática, como la orientación, la luz solar o la vegetación existente. Son casas con un consumo energético muy bajo, que ofrecen durante todo el año una temperatura confortable sin necesidad de recurrir a los sistemas de calefacción o refrigeración convencionales. Un dato interesante para saber más sobre la historia de las casas pasivas, es leer el libro La casa pasiva: Clima y ahorro energético.
¿Qué es la certificación Passivhaus?
A partir de ahí, el sistema de construcción pasiva más desarrollado y extendido en el mundo es la certificación Passivhaus. Este estándar de origen alemán establece una serie de principios a la hora de enfocar la construcción de un edificio con el objetivo de alcanzar un alto nivel de confort en el interior con un consumo de energía muy bajo, hasta un 75% menor a lo habitual.
Se deben cumplir ciertos requisitos:
- Diseño bioclimático.
- Un elevado nivel de aislamiento para paredes exteriores y cubiertas.
- Eliminación de los puentes térmicos.
- Altos valores de estanqueidad de la envolvente.
- Instalación de un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor.
- Ventanas y puertas de altas prestaciones.
- Protección Solar.
Para poder certificarse como Passivhaus, entre otros aspectos, la vivienda debe cumplir una serie de valores relacionados con la eficiencia energética: demanda de calefacción y refrigeración inferiores a 15 kwh/m²a; demanda de energía primaria inferior a 120 kwh/m²a) en calefacción, agua caliente y electricidad. Esto si hablamos de una vivienda Passivhaus Classic. Las versiones Plus y Premium de la reconocida certificación son aún más exigentes en cuanto a reducción de la demanda energética y la procedencia renovable de la energía.
Los beneficios de tener un hogar pasivo
Entre los principales beneficios de las casas pasivas se encuentran el sustancial ahorro de energía y el confort térmico y acústico para sus habitantes. Se trata de hogares con una temperatura uniforme en todas las estancias.
Al ser unas casas con una calidad superior, con una eficiencia energética y confort probados, suponen una diferenciación en el mercado inmobiliario y un activo económico que se revaloriza por encima de la media. La baja demanda energética de las casas pasivas implica que ésta puede satisfacerse de manera sencilla mediante la instalación de energía renovable, y contribuir así a la descarbonización del medio ambiente.
Sistemas de energía renovable utilizados en las casas pasivas
Existen varias opciones de energía renovable disponibles para uso doméstico en casas pasivas. La elección de uno u otro dependerá de las necesidades energéticas y la ubicación geográfica de la vivienda. Lo más habitual es contar con un sistema de aerotermia, una tecnología que utiliza una bomba de calor para generar energía a partir del aire de forma limpia y eficiente. Su uso principal es para climatización y agua caliente sanitaria.
La instalación de placas para autoconsumo de energía solar fotovoltaica es otra de las opciones más habituales e interesantes en este momento.
Pleta Bedoll, una construcción sostenible
En definitiva, la casa pasiva, según el estándar Passivhaus, es la construcción del presente y del futuro si lo que se quieren son casas en las que vivir mejor -con mayor confort y bienestar- con menos energía.
Nuestra propuesta de construcción sostenible, en la promoción Pleta Bedoll, situada en el corazón de la Cerdanya, suma a los criterios Passivhaus de eficiencia energética la utilización de materiales naturales y ecológicos o de origen sostenible, respetuosos con el medio ambiente y la salud de las personas.
La madera es el material de construcción más sostenible que existe; el único que se planta, natural, renovable, reciclable y reutilizable. Su utilización responsable fomenta el mantenimiento y crecimiento de los bosques, que aportan CO2 y son los principales sumideros de carbono. Incluso, una vez convertida en productos de construcción, sigue atrapando emisiones en los edificios. Por ello, la madera está llamada a desempeñar un papel relevante si queremos conseguir los objetivos globales de descarbonización.
Si al empleo de materiales de construcción sostenibles como la madera le sumamos la adopción del estándar Passivhaus a la hora de diseñar y ejecutar una vivienda, que garantiza un consumo de energía mínimo durante toda su vida útil, estaremos aportando una solución útil y contrastada ante la necesidad de actuar para detener el cambio climático.